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La vecina hermosa me invita a realizar un camping en las montañas cerca a casa, y yo decido aceptar acompañarla, además está muy buena y de seguro podría ser la oportunidad perfecta para follarla. Pues bien, no me equivocaba terminamos de armar la carpa y de una me bajó el cierre de mi pantalón para empezar a mamar mi pija. Luego rebota como una pelota ya que es de su gusto. El mejor camping de mi vida, espero que la vecina me vuelva a invitar a otro así.
