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Este par de rubias aprovechan que están con su primo en casa y que sus padres salieron de compras, para entrar en la habitación y comerle la polla. El primo no se niega ante tan sensacional oferta de follar con estas perras que están bien ricas. El primo se lleva el mejor momento de su vida. Él solo espera que estas nenas vuelvan a quedar solas muy pronto.